Capas de sabor
“Que nunca falte cebolla en casa”, eso decía mi madre antes
de cocinar cada día. La cebolla es una de las hortalizas más populares y una
aliada fundamental de la cocina ya que puede incorporarse a una enorme variedad
de platos. A la hora de cultivar cebolla, no se necesita grandes cuidados,
requiere muy poco espacio y tiene un corto período de crecimiento. Todas
excelentes razones para cultivarla en tu huerto en casa y tenerlas a mano
siempre frescas.
Historia
El nombre científico de la cebolla es Allium cepa L. y
proviene de la familia de las Liliaceae.
Se trata de una de las hortalizas de consumo más antiguas. Su origen se
localiza en Asia central, y como centro secundario está el Mediterráneo. Las
primeras referencias sobre esta hortaliza se remontan hacia 3.200 a.C. ya que
fue muy cultivada por los egipcios, griegos y romanos. Durante la Edad Media su
cultivo se desarrolló en los países mediterráneos, donde se seleccionaron las
variedades de bulbo grande, que dieron origen a las variedades más modernas.
La siembra
Si estás decidido a cultivar cebollas debes saber que es
fundamental tener un buen suelo para que las cebollas se desarrollen con éxito.
Esta verdura prefiere los suelos franco arenosos, la turba y el limo y rechaza
los suelos arenosos y arcillosos.
En relación a los fertilizantes, te recomendamos colocar una
buena capa superficial de compost maduro sobre el suelo donde se van a plantar
las cebollas, ya sea en el huerto o en maceteros.
En relación a la siembra, hay cuatro formas de plantar las
cebollas:
1- Al final del verano: Debes sembrar las semillas bien
espaciadas unas de otras, recomendando realizar surcos superficiales, y luego
taparlas con 1,5 cm. de compost apisonando bien el terreno. Si el invierno es
muy crudo se recomienda protegerlas del frío. Al llegar la primavera debes
aclarar el cultivo (esto quiere decir entresacar plantas), con una distancia
entre una y otra de 15 cms.
2- Siembra en invierno: Si el invierno es muy crudo te
recomendamos sembrar en almácigos en zonas protegidas (tu casa, galpón, etc.).
El objetivo es tener pequeñas cebollas listas para trasplantar en primavera,
apenas esté seco el suelo en el huerto o en los maceteros definitivos de tu
balcón o terraza.
3- Siembra en primavera: Sólo es recomendable la siembra en
este período si se avecina un verano fresco y húmedo y no se tiene cómo
almacenar las cebollas. Durante esta estación debes sembrar igual que en el
verano, pero aclarando las plantas a 10 cms. unas de las otras y cuando la
planta haya crecido aproximadamente unos 10 cms.
4-Bulbos: Si deseas sembrar a partir de bulbos y no de
semillas, el mejor momento para hacerlo es la estación de primavera. Debes
hacer hoyos a lo largo de una línea que deben tener 15 cms. de profundidad cada
uno. Introduces un bulbo en cada hoyo y luego aprietas la tierra de alrededor
para que se sostengan de manera firme.
El riego
Las cebollas no necesitan un riego abundante durante su
ciclo de vida. La etapa en la que más necesitan agua es cuando están creciendo,
antes de formar el bulbo. Una vez que los bulbos estén formados, hay que
disminuir la cantidad de agua de riego ya que las cebollas necesitan menor
cantidad. A modo de recomendación: deja de regar las plantaciones unos 20 días
antes de cosecharlas.
Plagas y enfermedades
Los peligros que acechan a la hora de cultivar cebolla en lo
que refiere a plagas y enfermedades, nos topamos con:
- Escarabajo de la cebolla: tanto sus larvas amarillas como los adultos afectan a la cebolla, las primeras alimentándose de las hojas siguiendo los nervios de éstas y los segundos, perforando las hojas.
- Mosca de la cebolla: la afectación de estos insectos deriva en la putrefacción de los bulbos de forma irreversible ya que sus larvas atacan tanto a las flores como los órganos verdes de la cebolla.
- Trips: el ataque de esta plaga se reconoce por el color amarillo y sequedad de las hojas. Este tipo de insecto concentra su actividad en veranos calurosos y secos.
- Polilla de la cebolla: estos insectos penetran en el interior de las hojas hasta llegar al cogollo deteniendo el desarrollo de la planta y pudriéndola.
- Nematodos
- En relación a las enfermedades más frecuentes en el cultivo de la cebolla, podemos mencionar:
- Mildiu: se reconoce su afectación porque las hojas nuevas aparecen unas manchas alargadas que se cubren de un fieltro violáceo. Para evitar esta enfermedad se recomienda suelos ligeros, sueltos y bien drenados para evitarlas así como también evitar la presencia de malas hierbas en la zona de cultivo.
- Carbón de la cebolla: se trata de estrías gris-plateado, que llegan a ser negras; las plántulas afectadas mueren. La infección tiene lugar al germinar las semillas, debido a que el hongo persiste en el suelo. Para prevenir esta enfermedad se recomienda la desinfección del suelo.
- Podredumbre blanca
- Abigarrrado de la cebolla
La poda
La limpieza de malas hierbas es imprescindible para obtener
una buena cosecha de cebollas, pues se establece una fuerte competencia con el
cultivo, debido principalmente al corto sistema radicular de la cebolla. Se
recomienda realizar repetidas escardas con objeto de airear el terreno,
interrumpir la capilaridad y eliminar malas hierbas. La primera se realiza
apenas las plantitas han alcanzado los 10 cm de altura y el resto, cuando sea
necesario y siempre antes de que las malas hierbas invadan el terreno.
La cosecha
Para cosechar las cebollas el primer paso es observar cuando
los vértices de las hojas comienzan a ponerse amarillos. En ese momento hay que
retorcer y romper sus cuellos, y dejarlos allí mismo en contacto con la tierra.
De esta manera daremos inicio a la maduración de la cebolla. Por otro lado y
con mucho cuidado hay que levantar los bulbos de la cebolla preferentemente con
una horquilla, tratando de no dañar su piel y no desenterrándolos del todo. Así
se iniciará el secado del bulbo. Unos días después las cebollas se desentierran
completamente y se dejan secar al sol sobre la tierra durante 2 semanas. Es muy
importante que estén bien secas antes de consumirlas.
Cuidados imprescindibles
Cultivar cebollas en tu huerto urbano es una tarea sencilla,
y el proceso de siembra-cuidado-cosecha es uno de los más interesantes porque
cultivar cebollas deja “huella de aprendizaje”. Veamos algunos consejos finales
para maximizar tu cosecha de cebollas en tu huerto en casa:
– Las cebollas necesitan pleno sol, principalmente en la
época en la que se forman los bulbos.
– Al igual que la mayoría de los cultivos, debes mantenerlas
libres de malas hierbas o malezas, ya que pueden sofocar la planta.
– Si la planta
llegara a florecer, debes despuntarle el tallo floral para beneficiar la
formación de los bulbos.
– Las cebollas son
muy sensibles a los cambios bruscos de humedad que pueden provocar el
agrietamiento del bulbo.
– Es muy bueno para
la cebolla que sea acolchada, especialmente para su etapa final.
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