martes, 16 de junio de 2015

El huerto urbano ecológico y social

Es común cuando una comunidad local encuentra su entorno degradado se organice para regenerar estos espacios. En este punto, señala Pablo Llovera, resulta importante señalar el huerto urbano como ejercicio de microurbanismo. Los beneficios de ello son variados y van desde la recuperación para el uso de estos espacios, el aumento del interés por el buen uso y mantenimiento de las zonas del barrio, la generación de espacios de encuentro y convivencia, la promoción de hábitos de vida saludables o la creación de alternativas de ocio.




Sin embargo muchos son los problemas a los que deben enfrentarse las comunidades que desarrollan esos espacios urbanos. En primer lugar tendríamos el reto económico de mantener este espacio regado con agua, mantenido con mantillo suficiente, trabajado con aperos adecuados y protegido de enfermedades y bichos que pudiesen afectar a la plantación. En ocasiones para solucionar estos problemas no es necesario realizar grandes gastos por cuanto a menudo hay utensilios y objetos que bien pueden prestar los ciudadanos como ejercicio de convivencia vecinal.




Por si no fuera poco debemos atender al permiso que al menos, siendo espacios públicos, se debe de pedir a las administraciones públicas a fin de evitar futuros problemas. Una ayuda y colaboración que por otra parte permite y facilita el acceso de algunas de las necesidades antes mencionadas como es el caso del agua, la luz o del mantillo. Además si se logra integrar en el organigrama del barrio se puede obtener la misma seguridad y respeto que pudiesen tener otros espacios urbanos generados y protegidos por la administración.



Es el riesgo de la apertura, la naturaleza vecinal del huerto, el tercero de los retos a los que se enfrentan aquellas personas que deciden gestionar un Huerto Urbano. El riesgo no solo de que actos vandálicos puedan perjudicar el huerto sino simplemente por la naturaleza voluntaria y abierta del huerto puede generar a la hora de organizar y gestionar los horarios para regar, las plantas o alimentos que van a cultivarse. Frente a ellos nada mejor que el dialogo, la hospitalidad y el respeto.




Y finalmente el reto de obtener un Huerto Urbano ecológico y social. Es decir no vale todo a la hora de cultivar en este espacio, pues antes se debe de tener en cuenta la naturaleza de la tierra o del clima a fin de evitar degradar el suelo y al contrario aumentar la fertilidad del suelo. Existen medios completamente autogestionados para conseguir aumentar la fertilidad del suelo a través del uso de compostadoras.

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